Elena Lanza es la fundadora de Tradel Barcelona y su máxima responsable. Los estudios de traductora intérprete los acabó en Italia, donde se especializó en traducción técnica. El hecho de vivir y trabajar en la región de Emilia-Romagna, zona eminentemente industrial, le permitió conocer ámbitos técnicos muy a fondo y de primera mano. Con la instalación en la capital catalana de Tradel Barcelona, Elena Lanza ha ido conformando un equipo que es el alma de la empresa, donde cada uno de sus miembros participa en la toma de decisiones. La receta que nos da para el 2013 es sencilla: optimismo.
Háblanos de tu experiencia en Italia.
Fui a Italia a especializarme… y al final me quedé 10 años (sonríe). Tuve la suerte de trabajar en una zona muy industrial y como traductora técnica e intérprete me permitió conocer a fondo cuestiones muy técnicas. Además complementé mis estudios con cursos de formación impartidos por ingenieros.
¿En qué ámbitos has trabajado más?
Pues he trabajado en muchísimos sectores, pero para poneros un ejemplo, allí conocí muy a fondo el mundo de la cerámica y de la automoción. Vas acumulando conocimientos porque hay que saber traducir los términos con precisión, de los productos, los procesos de extracción de la arcilla, la maquinaria y cada una de sus piezas, los hornos, sistemas de embalaje… Y en automoción, lo mismo. He traducido para casas como Ferrari y Maserati, e incluso para New Holland cosechadoras y excavadoras.
Parece que no son cosas que se aprenden de un día para otro.
Para traducir bien necesitas mucha experiencia, muchas horas de estudio y de investigación. Hoy en día, con Internet, es más sencillo acceder a cierta documentación técnica de las empresas para poder hacer nuestro trabajo, pero antes tenía que espabilarme más, contactarlas personalmente e ir recopilando información poco a poco. Así que con los años el nivel de especialización y conocimiento va in crescendo.
¿Cómo debe ser una buena traducción?
Como traductor siempre te tienes que poner en la piel del destinatario final. En traducciones técnicas como las que hacemos nosotros tenemos una doble responsabilidad. La profesional, la de hacer las cosas bien, pero también la responsabilidad de saber que una mala traducción, en ocasiones, puede poner en peligro la seguridad de los bienes y las personas, cuando se trata, por ejemplo, de maquinaria. Así, que una traducción excelente es la única opción para una empresa como Tradel Barcelona.
Tradel Barcelona se instaló en 1996 en la ciudad condal y hace un año que habéis estrenado oficina en la plaza de la Virreina.
Sí, desde entonces el equipo ha ido creciendo. En España conservé los clientes que tenía en Italia y los fui ampliando con empresas nacionales. Además, colaboramos con la Universidad Autónoma de Barcelona, y dos personas que hicieron prácticas con nosotros ahora forman parte de la familia de Tradel Barcelona, Bea y Berta. Con las nuevas instalaciones, con más visibilidad de cara a la calle, hemos notado un importante incremento de los clientes particulares y de pequeñas empresas, y este es un sector que queremos seguir acompañando y asesorando, ya que una buena traducción puede ser la puerta a un mundo de oportunidades para nuestros clientes, y más hoy en día.
2013, la crisis, desánimo general…
No podemos negar que el contexto es difícil pero ahora más que nunca debemos tener una actitud positiva, movernos, seguir adelante y no dejarnos atrapar por el desánimo. Hay que aprovechar nuevas oportunidades y recursos que antes no teníamos tan accesibles. Hace años yo cogía el coche y me iba a buscar clientes a otro país. Hoy en día, el mundo digital facilita mucho las cosas en este sentido, por ejemplo. Así que, en resumen, para el 2013 hay que ser más optimista y creativo que nunca y saber utilizar muy bien los recursos.
Tradel Barcelona. Pl. Virreina, 5 Ent. 2ª. 08024 Barcelona. Síguenos en Facebook.
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